28 ene 2010

telaraña

La araña traza un mapa con rapidez. Los cien pies, avidos de comer, comienzan a recorrer la sutil trampa. Para la araña hilar la tela no es representar lo futuro a concretar. Para la araña hilar es danzar, dibujar en el aire una cartografia de cuadriculas, disyuntivas y  conjuntivas que constituye en si misma una trampa. Los cienpies entonados de soberbia caminan sin cuidado, con toda inocencia; con la inocencia de la soberbia; la de creer ser sin ser.
"Ahora solo basta esperar que quien me quiera comer caiga en la trampa" asi piensa la araña, asi actua y asi gana.

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