1 abr 2010

De niños y ombligos

¿Sigo teniendo flores en el ombligo? ¿O un cuervo se las robo?
es que en realidad no me interesa,
con flores o no, sigo siendo un niño.
Es que como vez puedo seguir meciéndome/me-siento
(bien) en un sueño, con ojos risueños, ciegos o no.
La mariposa me dice te quiero
por que es primavera,
y yo me siento mecido
en un cuento.
Es como ocurre con las manos
y los libros, y los discos, y las puertas
se abren y se cierra, pero no olvidamos
su encanto
el encanto de la fuga
en el río de las letras,
en el río del canto
en la brisa de lo que se hace trizas (las puertas)

Me gusta el viento, los ríos y tu aliento.
y si yace rocío de tus labios, bebo
con mi lengua
melena
de niño ciego, risueño.
Por que soy un niño
que huele las flores, cuando lo acecha un cuervo.
tan viejo como las flores,
tan viejo como el viento.

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